Las instalaciones eléctricas son cada vez más compactas, y el número de circuitos eléctricos por unidad de volumen está aumentando, lo que supone una mayor generación de calor por unidad de volumen. Según la regla general para semiconductores, un aumento de 10 K en la temperatura de los componentes, en relación con la temperatura máxima admisible del componente, reduce su vida útil a la mitad. Por eso, una temperatura constante es un requisito indispensable para prolongar la vida útil y la fiabilidad de los componentes electrónicos. Especialmente, en armarios completamente llenos de componentes, es importante que pase el suficiente aire frío por los componentes. Hay diferentes opciones para hacerlo de la forma más eficiente y responsable posible, pero la elección correcta depende de varios factores.

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